Almacenaje
Compatible con el congelador
Antes de empezar a utilizar
¡Disfruta desempaquetando tu compra! (Y asegúrate de retirar todas las etiquetas y envoltorios).
Lava tu producto Le Creuset con agua caliente y jabón, acláralo y sécalo bien.
Cocinando
Protégete: usa guantes siempre que manipules recipientes calientes.
Te recomendamos utilizar únicamente herramientas de silicona o madera/plástico resistente al calor de Le Creuset. Puedes utilizar utensilios de metal con cuidado, pero no los emplees con fuerza ni rasques la superficie de cocción con ellos, ya que podrías dañarla.
Usa la cacerola en el fogón con tamaño más adecuado: los alimentos se cocinarán de manera más uniforme y reducirás el riesgo de dañar las asas y los laterales. Esto es especialmente importante en las placas de inducción: si utilizas un fogón de tamaño inadecuado este podría no “reconocer” la cacerola.
Para preservar las propiedades de los alimentos, lograr mejores resultados y más sabor cocina a fuego medio o bajo, incluso para freír. Si quieres cocinar platos sabrosos deja que la cacerola se caliente gradualmente. Si tu receta requiere subir la potencia del fuego, disminuye la intensidad tras alcanzar la temperatura deseada.
Nunca deslices el producto sobre fogones/placa con cubierta de cristal, ya que podrías dañar tanto la cacerola como el cristal. Levanta siempre el producto para colocarlo o cambiarlo de lugar.
Limpieza
Espera a que el producto se enfríe antes de comenzar a limpiarlo.
Retira cualquier resto de la base y de los laterales del producto. Si hay comida pegada, llena el producto con agua caliente y jabón, deja que se reblandezca durante 15 o 20 minutos y, a continuación, lávalo como de costumbre.
No utilices productos de limpieza abrasivos ni estropajos de metal, cepillos o escobillas duras sobre ninguna de las superficies.
Sécalo bien tras el lavado y guárdalo en un lugar seco.
Cuerpo de la cacerola: Las cacerolas con pomos fenólicos son aptas para el lavavajillas. Sin embargo, el lavado constante puede provocar el opacado del acabado del esmalte.
Tapa de cacerola: las tapas con pomos de acero inoxidable y fenólico son aptas para lavavajillas. Los pomos de níquel dorado, iridiscente, cobre y negro deben lavarse a mano para mantener su acabado.