Ingredientes
- 1 apionabo mediano
- 100ml de aceite de oliva
- 1 cebolla partida por la mitad y cortada fina
- 4 dientes de ajo, pelados y cortados finos
- 4 hojas de laurel
- Medio puñado de hojas de tomillo fresco
- 1 litro de caldo de verduras
- 2 apios medianos, lavados y cortados en rodajas de 1 cm
- 1 lata de 400g de judías blancas, escurridas
- 75g de pasta de orzo
- 1 puñado de perejil, con las hojas arrancadas y picadas
- Sal y pimienta negra recién picada
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Método
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1Coloca el apionabo sobre una tabla grande y usa un cuchillo de cocina grande y bien afilado de 15-20 cm de hoja para quitar la piel más dura de la parte exterior de la pieza. Corta la carne del apionabo en cubitos de 3-4 cm.
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2Pon la cacerola plana sobre un fogón a fuego medio. Añade el aceite de oliva y luego la cebolla, el ajo y un poco de sal y pimienta. Deja cocinar, removiendo regularmente, durante 6-8 minutos.
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3Añade el apionabo, el laurel y las hojas de tomillo y deja cocinar durante 10 minutos más, removiendo regularmente para que nada se pegue.
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4Echa el caldo de verdura y añade los apios y las judías, pero no la pasta por ahora. Remueve bien y luego baja el fuego y tapa la cacerola. Deja que todo se cocine suavemente durante 25-30 minutos, removiendo una o dos veces. Luego echa la pastsa de orzo, vuelve a tapar y sigue cocinándolo durante 20 minutos más.
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5Si las verduras parecen un poco secas en algún momento, añade un poco más de caldo o de agua.
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6Quita la tapa, echa el perejil picado y salpimenta al gusto. Deja reposar durante 10 minutos antes de servir.
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7Está delicioso acompañado de una generosa ración de queso curado rallado (por ejemplo, parmesano) y un poco de ensalada verde como acompañamiento.
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8Notas de cocinado
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9Los platos basados en verduras como este deben tener raciones generosas para brillar de verdad. Usa hierbas en abundancia y adereza bien con sal y pimienta negra recién picada para añadir más matices al sabor.
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10Puedes guardar las sobras de las verduras para hacer caldo, reduciendo los desperdicios y creando algo delicioso al mismo tiempo. Puedes incluso guardarlas embolsadas en el congelador hasta que tengas suficiente para cocinar una buena cantidad. Las puntas de los apios, las pieles de la zanahoria o de las cebollas y los tallos de las hierbas son ideales para ello.