MÉTODOS DE CONSERVACIÓN

Cultiva en temporada
y disfruta todo el año

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Las conservas son una de las mejores formas de aprovechar los productos frescos en cantidad. Al conservar los alimentos en casa, podrás disfrutar de productos de temporada todo el año empleando métodos como el encurtido, la fermentación o la deshidratación.

Tanto si cultivas tu propia comida como si compras en los mercados locales, las conservas son una forma genial de abastecer tu despensa y reducir el desperdicio de alimentos. A continuación, exploramos cuatro métodos de conservación que puedes probar en casa fácilmente.
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N.º 1: Fermentación

La fermentación es uno de los métodos de conservación más antiguos, pero su popularidad se ha disparado en los últimos años gracias a sus evidentes beneficios para la salud. Este proceso permite que microorganismos como las levaduras o las bacterias produzcan un cambio deseable en alimentos y bebidas, para que sean más digeribles. A cambio, estas bacterias favorecen la salud intestinal. El chucrut, el kimchi, la pasta de miso, el vino y productos lácteos como el yogur y el kéfir se elaboran mediante procesos de fermentación.

N.º 2: Encurtido

Encurtir es uno de los mejores métodos para capturar los sabores de los productos cuando están de plena temporada. El encurtido conserva los alimentos en una solución muy ácida, normalmente, añadiendo vinagre. El vegetal suele sumergirse en salmuera durante un corto periodo de tiempo antes de hervir la solución de vinagre, introducirlo en botes y cubrirlo con la solución restante. En la región mediterránea, encurtir en aceite de oliva de alta calidad se considera el mejor método para conservar frutos madurados al sol durante el verano.
ver nuestro bote almacenaje mediano de cerámica de gres
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N.º 3: Curado

Antes de contar con métodos de refrigeración fiables, las personas curaban la carne al aire o con sal para conservarla. Este sencillo proceso requiere cubrir la carne con una capa de sal que extrae la humedad para concentrar el sabor y permite conservarla a temperatura ambiente sin riesgos. Esta práctica centenaria ha creado algunos de nuestros alimentos preferidos, desde el jamón serrano al salami, y, además, las carnes curadas son un excelente aperitivo.

N.º 4: Deshidratación

Deshidratar es simplemente secar los alimentos para eliminar el agua que las bacterias, las levaduras y el moho necesitan para crecer. Este sencillo método es compatible con casi todos los alimentos: pescados, carnes, frutas y verduras. El método original (secado al aire) puede requerir mucho tiempo, así que emplear un horno convencional es una alternativa excelente. Los alimentos deshidratados no solo tienen mayor vida útil, sino que matizan sus sabores.
ver nuestro molinillo de sal
Disponemos de multitud de opciones para conservar alimentos. Aplicar estos métodos correctamente te proporcionará una enorme satisfacción, no solo por los nuevos descubrimientos y las ventajas nutritivas potenciales, sino también al ayudar al medioambiente al reducir el desperdicio de comida.

Disfruta de los productos de temporada