Primero prepara el salmón. Pon los dos lomos de salmón el uno contra el otro como si fuesen un bocadillo, y recorta las partes sobrantes para que ambos tengan exactamente el mismo tamaño. Guarda los restos para el paté.

Para hacer el paté, pon los restos del salmón (unos 50-80g), la carne de cangrejo, la crème fraîche, el berro, el eneldo, el queso crema, un poco de sazonado y la ralladura y el zumo de medio llimón en un robot de cocina.

Bate hasta que se forme una pasta suave y todos los ingredientes estén troceados por igual. Usa una cuchara para untar la mezcla sobre uno de los lomos de salmón, y luego ciérralo contra el otro, con el lado de la peil (si la tuviera) hacia fuera.

En una superficie limpia, coloca una lámina de pasta filo con el lado largo mirando hacia ti. Pinta con un poco de huevo antes de añadir otra lámina encima. Vuelve a pintar con huevo y añade una tercera lámina, una mitad sobre las otras dos y otra mitad sobre la superficie de trabajo. Repite con una cuarta lámina por el otro lado, de manera que consigas un recuadro de pasta filo lo bastante grande como para envolver con él el salmón y crear una decoración en la parte superior. Pinta la parte superior con huevo.

Con cuidado de no desparramar el paté fuera del “bocadillo” de salmón, rodea con la pasta filo los lados del salmón, dobla los extremos como si fuese un paquete y arruga el exceso de pasta que quede por la parte de arriba. Pinta todo el paquete de salmón con el huevo que te quede (pero no la parte de abajo) y pásalo con mucho cuidado a la bandeja. Hornea durante 25-30 minutos hasta que esté dorado.

6. Mientras tanto, haz la crema de espinacas. Derrite la mantequilla en una sartén grande y añade la cebolla. Sofríe a fuego medio hasta que la cebolla empiece a pocharse y luego añade el puré de ajo.

7. Espolvorea la harina hasta formar una pasta densa y cocina durante un minuto más. Añade poco a poco la leche, removiendo a medida que la añadas hasta obtener una salsa de textura brillante. Una vez hayas añadido toda la leche, espolvorea la nuez moscada y remueve hasta obtener una salsa densa y cremosa.

8. Añade las espinacas, reduce a fuego bajo y remueve lentamente hasta que las espinacas se hayan blanqueado del todo.

9. Saca la bandeja del horno y deja que repose durante cinco minutos. Salsea el salmon en croûte con la crema de espinacas y sirve la bandeja directamente en la mesa* acompañada de una guarnición de patatas a tu elección.

Notas de cocinado

El salmon en croûte puede prepararse con antelación y mantenerse en la nevera hasta que llegue el momento de cocinarlo. Sácalo de la nevera cinco minutos antes de meterlo en el horno.

• Sirve siempre tajadas gruesas y generosas; de esta forma conseguirás que sea fácil atravesar la hojaldrada pasta filo y llegar al delicado salmón. *Corta cuidadosamente las porciones del salmón mientras está en la bandeja con una pala de servir y no con un cuchillo afilado.

• Para obtener una versión más ligera del plato, sustituye la crema de espinacas por verduras de temporada como brócoli o col. Incluso una ensalada de invierno está deliciosa como acompañamiento de este plato.

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