Ingredientes
- 12 hojas de masa filo, descongeladas
- 2 cebollas rojas o puerros, cortados en rodajas finas
- 5 dientes de ajo machacados
- 800 g de espinacas picadas
- 200-300 g de queso feta
- 50 g de mantequilla
- Aceite de oliva
- Semillas de sésamo negro
- Sal marina y pimienta negra recién molida
- Ensalada griega casera o comprada, para servir
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Método
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1Para la masa, separa las capas y úntalas con aceite de oliva, luego únelas. Necesitarás cuatro conjuntos de tres capas. Cubre con un paño de cocina húmedo y reserva.
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2Para el relleno, escalda las espinacas en una olla con agua hirviendo y, a continuación, sumérgelas en agua helada para detener el proceso de cocción. Coloca las espinacas en un paño de muselina y aprieta bien para eliminar todo el exceso de agua. Saltea las cebollas en una sartén hasta que estén ligeramente caramelizadas. Añade el ajo y cocina durante 2 minutos. Apaga el fuego y añade las espinacas. Pásalas a un bol y desmenuza el queso feta, mezcla bien y sazona al gusto. No condimentes demasiado con sal, ya que el queso feta ya es salado.
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3Precalienta el horno a 180 °C con ventilador. Engrasa la cacerola Signature Shallow de 30 cm de Le Creuset. Coloca las tres primeras capas de filo en la cacerola engrasada. Vierte un tercio de la mezcla de espinacas sobre la superficie y repite las capas y el relleno. Cubre con las tres últimas capas de filo y úntalas con un poco más de aceite de oliva. Arruga y dobla los lados hacia dentro y espolvoréalos con semillas de sésamo. Hornea durante 50 minutos hasta que se dore. Sácalas del horno y sírvelas calientes con una sencilla ensalada griega.