Calienta una sartén con aceite de oliva. Una vez caliente, pon la col rizada y fríela por tandas durante unos segundos hasta que adquiera un color verde brillante y una textura crujiente. Ten mucho cuidado con el aceite, ya que salpicará. Deja que la col rizada se escurra en una toalla de papel.

En la misma sartén, fríe el chorizo en rodajas hasta que esté dorado y reserva.

Pon la mantequilla en una sartén skillet alta de hierro fundido de 24 cm de Le Creuset a fuego medio. Una vez derretida, cocina durante 3 o 4 minutos o hasta que la mantequilla adquiera un color marrón. La mantequilla debe tener un color dorado claro y un olor a nuez. Pon la mantequilla dorada en un bol, añade un chorrito de zumo de limón y reserva.

Pon la sartén Le Creuset a fuego medio, añade aceite de oliva y deja que se caliente. Fríe los ñoquis por tandas para que se doren uniformemente sin que se cuezan. Fríe hasta que estén dorados y crujientes, unos 5 minutos.

Pon la mantequilla dorada en la sartén y remueve los ñoquis. Vierte en una bandeja de horno y reserva en el horno caliente mientras cocinas la salsa.

Vuelve a poner la misma sartén a fuego medio con aceite de oliva. Añade el ajo en rodajas y fríelo hasta que se dore y caramelice. Añade la crema agria y remueve. Desmenuza el queso azul y remueve para que se funda. Dependiendo de tus preferencias, añade un chorrito de agua hasta alcanzar la consistencia deseada.

Coloca los ñoquis a la mantequilla dorada sobre la salsa caliente en la sartén. Cubre con la col rizada crujiente y el chorizo en rodajas finas. Sirve inmediatamente con un chorrito de zumo de limón.