Ingredientes
- 200g de harina normal
- 130g de mantequilla sin sal
- 65g de azúcar de caña
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 4 paquetes de 250g de queso crema
- 1 sobre de 12g de gelatina disuelto en 8 cucharadas de agua fría
- 250ml de nata para montar
- 250g de mermelada de arándanos
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Método
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1Precalienta el horno a 200°C
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2Primero, haz la base. Mezcla todos los ingredientes en un robot de cocina. Luevo vierte en una superficie levemente enharinada y trabaja la masa hasta obtener una textura blanda.
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3Forra la bandeja con papel de hornear y luego echa la masa. Con el dorso de una cuchara, alisa la base hasta darle un nivel uniforme, asegurándote de que queda bien apretada contra los bordes y las esquinas de la bandeja.
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4Pincha varias veces con un tenedor y hornea durante 15-20 minutos, hasta que esté bien cocinada y la parte superior tenga un suave color dorado. Saca del horno y deja enfriar por completo.
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5Mientras tanto, prepara la cobertura. Combina el queso crema, la gelatina, la nata para montar y 75g de la mermelada de arándano.
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6Para conseguir el efecto sombreado, saca dos terceras partes de la mezcla, ponla en otro cuenco, añade otros 75g de mermelada de arándanos, y vuelve a mezclar. Por último, saca la mitad de la nueva mezcla y combínala con otros 50g de mermelada. Ahora deberías tener tres mezclas de crema de arándanos con diferentes tonos de violeta.
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7Echa cuidadosamente las mezclas sobre la base una vez esté enfriada. Pon la mezcla de color más claro en el fondo y alisa con una espátula antes de añadir el siguiente nivel, con cuidado de que los colores no se mezclen demasiado. Termina con la parte final de la mezcla antes poner los últimos 50g de mermelada en la parte superior.
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8Mete en la nevera y deja asentar durante 4 horas, o mejor aún durante toda una noche. Corta en porciones y sirve con arándanos frescos.