Para preparar el aceite de ajo confitado, precalienta el horno a 90 °C (con ventilador). Corta algunas cabezas de ajo por la mitad (por la sección transversal del bulbo), dejando el resto enteras.

Añade el ajo y el aceite de oliva a una bandeja asadora antiadherente Le Creuset de 26 cm e introdúcela en el horno precalentado. Confita lentamente durante 90 minutos o hasta que los dientes estén blandos al tacto. Saca los ajos de la olla de la bandeja asadora y deja que se enfríen completamente.

Mientras se confitan los ajos, hierve las patatas en una cacerola hasta que estén tiernas (un cuchillo afilado debe poder atravesar la patata sin resistencia). Escurre completamente el agua. Mantén las patatas en la cacerola caliente, añade 50 g de mantequilla, sal y pimienta y 60 ml del aceite de ajo confitado. Sacude bien las patatas hasta que los bordes queden esponjosos y rugosos. Esto dará a las patatas un exterior crujiente y un interior suave.

Pasa las patatas a la misma bandeja asadora cuadrada antiadherente de 26 cm (sin el aceite de ajo confitado) y rocíalas con 45 ml más de aceite de ajo confitado y el resto de la mantequilla cortada en dados. Añade un poco de sal y ramitas de romero. Asa de 45 minutos a una hora, girando las patatas cada 15 minutos para crear una corteza crujiente y dorada. Sírvelas calientes y ¡buen provecho!

*CONSEJO: El aceite de ajo confitado también es un estupendo detalle para regalar. Vierte el aceite en botes o decantadores esterilizados y añade una ramita de romero para darle más sabor. Guarda el aceite de ajo confitado restante en el frigorífico.