Esta receta da una vuelta de tuerca italiana a las albóndigas suecas, y está inspirada en los sabores clásicos escandinavos. Las albóndigas de cerdo hechas a mano estarán bañadas en una salsa de vino blanco y caldo maravillosamente ligera pero cremosa, aderezada con eneldo y perejil frescos. Servidas sobre tagliatelle recién hechos, es un plato que disfrutará toda la familia.
La ricotta cremosa, combinada con los frutos rojos dulces, es un maridaje perfecto. Es delicioso como postre con nata fresca o como parte de una merienda.
La calabaza dulce es el complemento perfecto del salmón en esta receta de curry de coco. Los intensos sabores del curry verde impregnan las verduras frescas, y bañan el plato en una salsa de coco picante aderezada con zumo de lima fresco. Disfruta del curry como plato único o añade arroz al vapor para no perder ni una gota de la deliciosa salsa.
Combinar fruta con carne, aves o pescado es típico de la gastronomía norteafricana, pero gracias a un adobo picante, el sabor final no queda demasiado dulce. Como sucede con muchas recetas en tagine o cacerola, los sabores mejoran si se preparan con un día de antelación.
Este cordero cocido a fuego lento lleva el nombre del plato en el que se cocina, el tagine. El plato abovedado permite que se desarrollen los sabores y asegura una carne deliciosamente tierna. Sirva junto con el cuscús para absorber toda la rica salsa.
Esta deliciosas albóndigas aromatizadas con canela, miel y menta recuerdan al tagine marroquí de cordero. Sírvelas con cuscús con mantequilla y aroma de limón.